6 de abril de 2010

Concepto de metafísica

Concepto de metafísica:

La metafísica es una disciplina filosófica, de hecho, tal vez sea la más antigua, por este y otros motivos es de suma importancia para la historia de la filosofía y del pensamiento en general.
Aunque no es tan difícil de definir como la filosofía misma, la manera tan diversa en que sus problemas han sido tratados, hacen que entender de qué se trata sea un tanto difícil.
En general podemos identificar los siguientes problemas como propios de la metafísica:
- La existencia y naturaleza (cómo es) de Dios.
- La esencia del ser humano, en la que se incluyen cuestiones como si éste posee o no un alma inmortal, el origen del sufrimiento y del mal, las características principales del ser humano (como si éste es racional, libre, moral, etc), la posibilidad de vida después de la muerte.
- La realidad, qué es lo real, la oposición entre realidad e ilusión.
- Cómo conocemos la realidad, cómo se construye el conocimiento, cuánto influimos nosotros, como sujetos, en la construcción de la realidad.
Dados estos temas, notamos que la metafísica se caracteriza por la reflexión sobre la naturaleza más profunda de la realidad, intentando comprender dónde, cómo y por qué se origina lo que aparece en el mundo de lo observable, siempre suponiendo que éste tiene causas que no resultan tan observables y evidentes. Por eso la metafísica es especulativa, busca explicar, a través de la razón, cuál es la raíz de lo que existe para nosotros, cuál es el substrato no perceptible de eso que llamamos mundo, vida, ser humano.
Las respuestas de la metafísica si bien apuntan a lo invisible, son variadas: el origen de todo se puede adjudicar a un primer principio mecánico, a un Dios todopoderoso, o a la propia psiquis humana, que en la interacción con el mundo de los objetos, construye la realidad de acuerdo a determinados cánones.



El origen de la metafísica

Los primeros filósofos fueron naturalistas, es decir, buscaban una explicación de la realidad que se fundamentara en la naturaleza, para Tales el arjé era el agua, para Anaxímenes, el aire. Sin embargo, ellos intentaban descubrir el “primer principio”, la primera causa de todo. Desde que ellos comenzaron a filosofar podemos decir que la filosofía desea conocer la raíz de todo, y en este sentido también podemos decir que la metafísica comienza con la filosofía misma, en tanto uno de sus problemas fundamentales es esta indagación sobre el primer principio. Sin embargo, no podemos decir que dieron una respuesta metafísica sino que solamente la pregunta lo era.
La especulación metafísica comienza cuando se buscan los principios que rigen la realidad en lo abstracto, en aquello que se puede conocer a través de la razón, no de los sentidos. Es así que podemos considerar a Parménides de Elea (540 a.C.- 470 a.C.) como el fundador de la especulación metafísica. Este filósofo reflexionó sobre el ser y la realidad, afirmando la unidad y la eternidad del ser y rechazando el cambio.
Parménides estableció por primera vez en la historia de la filosofía una división entre conocimiento y opinión, razón y sentidos, verdad e ilusión, ser y no ser, unidad y multiplicidad.
“…hay ser, pero nada, no hay”, así se expresa el principio de no contradicción: A=A; y si A es, resulta imposible que a la vez no sea. El ser es, la nada no es.
La consecuencia de esta afirmación es que el cambio no existe, pues cambiar implica pasar de la nada a algo, de lo no existente a lo sí existente, pero de la NADA no puede surgir ALGO. Lo que existe, el ser, debe ser único, eterno e inmutable, ya que todo cambio implica este pasaje de la nada al ser, que Parménides considera imposible. Los sentidos nos engañan al mostrar un mundo múltiple y cambiante, son la vía de la opinión, que no resulta en conocimiento. La única manera de llegar a un conocimiento válido es a través de la razón, que permanece desconocida para la mayoría de las personas.
Esta concepción inaugura lo que llamamos “dualismo” de la metafísica, la realidad resulta de alguna manera dividida en dos polos opuestos ya mencionados: razón y sentidos, inmutabilidad y mutabilidad, conocimiento y opinión.

Aristóteles (384 a.C.- 322 a.C.) fue el primero en intentar definir la disciplina que estamos tratando. La llamó “filosofía primera” y la consideró el conocimiento más importante de todos, pues serviría de base para cualquier saber posterior al ser ella “la ciencia de las primeras causas o del primer principio”. Siendo así, primero debe conocerse el primer principio, el origen de todo, y después las causas segundas que surgieron de él. Por eso la filosofía primera es la madre de todas las ciencias: para conocer cualquier cosa en profundidad debemos primero conocer de dónde procede.
Este filósofo propuso que debe existir una primera causa, ya que en caso contrario tendríamos una cadena infinita de causas, lo cual le resultaba inaceptable (para los griegos el infinito es síntoma de incompletud e imperfección). Esa primera causa no puede tener una causa, pues en ese caso ya no sería la primera; debe ser, por lo tanto, eterna, perfecta, inmutable, Aristóteles la llamó “primer motor”. Posteriormente, en la Edad media, esta teoría aristotélica sirvió para justificar la existencia de Dios.

La palabra “metafísica” surge después de su definición, cuando la disciplina en sí ya estaba desarrollada, procede de una frase griega: “tá metá tá physiká”, que significa “lo que está más allá de la física”. Este sería el nombre que Andrónico de Rodas, en el siglo I, le habría dado a los escritos de Aristóteles que definen a la “filosofía primera”, aparentemente por razones de ordenamiento bibliotecario, pues se encontraban después de los libros de física. Sin embargo, el nombre coincide con el objeto de estudio, ya que la metafísica tiene como objeto de estudio lo que se puede alcanzar solamente por la razón, yendo más allá de lo que se puede percibir.

Desde sus orígenes hasta hoy la metafísica se ha desarrollado desde diferentes perspectivas, como lo planteamos al principio, por lo que la dividimos también a ella en diferentes disciplinas:
- La teología, que es la reflexión sobre Dios;
- la ontología, que es la reflexión sobre el ser, la realidad y
- la gnoseología, la reflexión sobre el conocimiento en tanto relación entre el sujeto y la realidad.
Todas ellas tienen valor hoy en día, pero la gnoseología, por sus vínculos con la psicología y la epistemología (filosofía de la ciencia) atrae el interés de varios pensadores importantes de este momento.